Al Barça le falla otra palanca

El Barcelona firmó una temporada 2024-2025 sobresaliente, ganando todos los títulos a nivel nacional y siendo eliminado de la UEFA Champions League por el Inter de Milán en un cruce en el que en muchos de los minutos mereció avanzar a la final. Para tratar de poner ese broche de oro que supone volver a conquistar la Copa de Europa ha conformado una plantilla muy potente, pese a que su situación económica sigue siendo precaria.

Durante este verano se ha especulado con ventas dolorosas como la de Fermín López, que finalmente se ha quedado en Can Barça, o incluso la de Gavi, situaciones que en otra época de la historia del Barcelona, en la que la pujanza económica era mayor, ni se plantearían. Ahora mismo se intenta aprovechar cualquier recurso del que sacar algo con lo que aliviar el fair play financiero y Mika Faye es uno de ellos.

El joven central, que pese a sus tremendas condiciones físicas no consiguió triunfar en la ciudad condal, se marchó al Stade Rennais con el objetivo de reencontrar las sensaciones que le habían llevado a ser una de las perlas de la cantera culé, pero nada más lejos de la realidad. Apenas ha contado con minutos y de hecho su entrenador le ha criticado duramente en más de una rueda de prensa.

Se quiere rascar un poco más

En su momento, se ingresaron 10,3 millones de euros por su venta, pero en la directiva blaugrana será incluso algo más optimista con el caso, ya que se guardaron un porcentaje del siguiente traspaso en la carrera de Faye, del cual se embolsarían un 30%. No obstante, su valor de mercado ha bajado ostensiblemente y no hay interesados en su incorporación, por lo que el beneficio culé en este sentido se ve reducido.

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Actualmente Mika se encuentra en la Cremonese, recién ascendido a la Serie A italiana que además de conseguir fichajes mediáticos como el de Jamie Vardy, pretende volver a sacar su mejor nivel, lo cual repercutiría positivamente en las arcas del Barcelona para sacar ese pellizco extra con el que nadie cuenta por el momento. Faye es una carta escondida en el mazo del Barça que nunca saben si podrán utilizar.

Mika Faye, de 21 años de edad, disputó doce partidos con el Stade Rennais la temporada pasada entre todas las competiciones. superando los 700 minutos de juego, en los que no marcó ningún gol ni asistió a sus compañeros.