Liga de Campeones | El Bayern Múnich hurga en la herida del FC Barcelona
El cuadro bávaro se mantiene como la bestia negra de los azulgranas en Europa, en un partido que no sirvió de consuelo para los culés en una jornada de esperado luto. Una prueba más de que el equipo de Xavi Hernández sigue muy lejos de la élite todavía.

Ya eliminado de la Liga de Campeones, afrontaba el FC Barcelona este complicado duelo ante el Bayern Múnich sobre todo con la intención de cargarse de moral dando una buena imagen. Pensando evidentemente en el futuro y también en los réditos económicos que siempre da una victoria en la máxima competición continental. Pero, pese a tener algunas bajas la escuadra de Julian Nagelsmann, pronto se vio la diferencia que sigue habiendo entre ambos.
Y entre los culés y lo que es actualmente la élite europea. Porque en el 10' Sadio Mané aprovechaba un error en la zaga azulgrana, con Héctor Bellerín claramente descolocado, para anotar el primer tanto visitante ante la salida de Marc-André ter Stegen. La alta presión de los bávaros daba frutos y se imponían en el centro del campo de forma clara, pese a mantener Xavi Hernández su apuesta del 4-4-2 introduciendo a Franck Kessié. En ataque solamente Ousmane Dembélé llevaba peligro a su anárquica manera. Y la diferencia era abismal.
Eric-Maxim Choupo-Moting hacía el segundo en el 31' en otra acción rápida mal defendida por los catalanes. Y a punto estuvo de llegar el tercero visitante en una jugada de mucho peligro en la recta final del duelo. De hecho tras la misma se pitaba penalti de Matthijs De Ligt sobre Robert Lewandowski pero el árbitro lo anulaba tras consultar el VAR. Muy superior por tanto el cuadro bávaro ante un impotente equipo culé. Que pese a todo seguía teniendo a su afición de su lado.
⏸ HALBZEIT ⏸
— FC Bayern München (@FCBayern) October 26, 2022
♦ 45'+2 | #FCBFCB | 0-2 ♦ pic.twitter.com/EKpWMUnh3Z
Sigue la impotencia
En la segunda parte el guión fue bastante similar. Se veía la impotencia local cada vez que se asomaban por el área de Sven Ulreich, mientras los germanos llegaban menos pero con más peligro. De hecho el fuera de juego semiautomático resultaba providencial para anular el tercer tanto que había marcado Serge Gnabry. La superioridad física era también aplastante.
Solamente Alejandro Baldé mantenía el nivel para los catalanes, cuyo entrenador decidió empezar a hacer cambios en el 60', retirando a un desaparecido Pedri del terreno de juego. Y acabando con 4 atacantes los locales, que dejaron un partido sumamente abierto donde ambos equipos apenas transitaban por el centro del campo. Pero sobre todo quedaba patente la impotencia de los culés, personificada en un Robert Lewandowski que se iba al banquillo cariacontecido. Y al final del choque ya en el descuento, Benjamin Pavard, en un saque de esquina, anotaba el tercero para aumentar la goleada y la herida profunda del club culé.
Y es que la derrota de hoy, más allá de las circunstancias que la rodeaban en lo anímico, vuelve a constatar que a este proyecto del FC Barcelona le falta mucho todavía para competir por los grandes títulos y por supuesto la Liga de Campeones. Los culés tienen jóvenes con gran futuro pero poca contundencia defensiva y sobre todo pocas soluciones en ataque aparte de la inspiración de su ariete polaco, muy apagado en los partidos grandes esta temporada.
Más información