Las sorprendentes dudas que rodean a la Juventus: Igor Tudor está en peligro
La Juventus está invicta en todas las competiciones que ha disputado hasta la fecha. Sin embargo, esto no ha frenado la inevitable situación: Igor Tudor está bajo vigilancia. ¿El motivo? Desde las altas esferas del equipo turinés se exige coherencia, solidez defensiva y una mejor gestión de sus jugadores clave para seguir siendo competitivo.

Imbatida en todas las competiciones, la Juventus parece, sin embargo, impaciente. Incluso con un balance que podría tranquilizar a algunos clubes, Igor Tudor ya está bajo el microscopio. Tal y como analiza nuestro compañero Valentin Feuillette, en un entorno donde la exigencia es máxima, la dirección turinesa no se conforma con la imbatibilidad.
Para los dirigentes piamonteses, lo que cuenta son las victorias decisivas, la solidez defensiva y la gestión interna del equipo. Cada error táctico o fluctuación en las prestaciones individuales se observa, colocando a Tudor bajo una presión constante. La realidad de los resultados de la Juventus ilustra esta situación paradójica.
Invictos… pero con dudas
Tras un comienzo de temporada en la Serie A en el que la Vecchia Signora ha sumado tres victorias (contra el Parma, el Génova e Inter de Milán) seguidas de tres empates, el club ocupa actualmente la cuarta plaza, empatado con el Inter, que ha sumado 12 puntos en seis encuentros.
En la Liga de Campeones, el balance es más preocupante: sólo dos puntos después de dos partidos, en particular con un espectacular 4-4 contra el Borussia Dortmund, seguido de un empate contra el Villarreal (2-2). Estos resultados muestran que el equipo, aunque es difícil de vencer, tiene problemas para transformar los partidos en éxitos, un punto que inquieta a la dirección y a los aficionados.
Camino por recorrer
Según las informaciones de Matteo Moretto que se han dado a conocer en el canal de YouTube italiano de Fabrizio Romano, la Juventus ha fijado tres misiones prioritarias para Tudor. La primera consiste en garantizar la coherencia en los resultados y la gestión interna del vestuario, instaurando un clima estable y una disciplina colectiva. La segunda prioridad es la mejora de la solidez defensiva, un sector en el que el equipo ha mostrado debilidades críticas al encajar demasiados goles.
Finalmente, la tercera misión concierne a la gestión de los jugadores ofensivos, con una atención particular a Jonathan David y Edon Zhegrova, para optimizar su impacto en el juego y asegurarse de que el potencial individual se traduzca en una prestación colectiva. Estos tres ejes muestran que el club no se conforma con las apariencias y desea un equilibrio entre resultados, gestión humana y eficacia táctica.
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