Los bávaros alcanzan el liderato de la Bundesliga en un Clásico decantado en los primeros minutos tras un erro clamoroso de Kobel. El Bayern Múnich no dio opción en ningún momento a un Borussia Dortmund al que arrebata la primera plaza y deja tocado anímicamente.
Era sumamente esperado este partido desde que hace una semana se anunciara la llegada de Thomas Tuchel al banquillo del Bayern Múnich. El Allianz Arena vestido de gala para recibir al Borussia Dortmund en un Clásico alemán emotivo, morboso y sobre todo de suma importancia. Porque ambos equipos se juegan la Bundesliga y de hecho los bávaros no llegaban como líderes sino segundos con un punto menos. Reto importante para el Borussia Dortmund.
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Los visitantes comenzaron el partido sin complejos, pero una vez más cometieron errores incomprensibles ante su gran rival. En el 13' Kobel no acertaba a despejar un pase fallido de Umapecano y el balón se colaba de forma casi cómica en su portería, acompañado por Leroy Sané. Una acción que sacó del partido a los renanos. Y en ese tipo de contextos se mueve como nadie un Thomas Müller que, pese al cambio de entrenador, se mantuvo en el once y dio la razón al nuevo técnico al anotar dos dianas más.
En el 18' y 24' el eterno atacante germano firmaba un doblete particular, de ratón de área oportunista, ante un noqueado Borussia Dortmund que no era capaz de hilvanar tres pases buenos. El Bayern Múnich no hizo mucho más que mantener una presión constante pero logró cortocircuitar a los de Edin Terzic. Que apenas en el tramo final del primer acto y de forma tímida, se asomaron a los dominios de Yann Sommer. Si bien el resultado era demasiado abultado ya.
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Sin opción a sorpresas
Con un resultado tan contundente, la segunda parte no era para esperar muchas más sorpresas y así terminaba siendo. Los de Thomas Tuchel lograron controlar bien la pelota, sin dar opción a que los visitantes albergaran esperanzas a una remontada. Y es que en el 50' se anotaba el cuarto gol que fue obra de Kingsley Coman, quien se sumaba a la fiesta. Aprovechaban los locales sus espacios y oportunidades.
La goleada era clara y contundente ante un rival empequeñecido, más de lo esperado y de lo mostrado toda la temporada pero que no es la primera vez que sucede. El Bayern Múnich dominó hoy bien en el medio, con contundencia en las áreas, y apenas concedió sino en el 72' cuando Emre Can anotaba de penalti para maquillar algo el resultado final. Como haría en el descuento Donyell Manel con otro gol más.
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El efecto buscado con el cambio de técnico está claro. Veremos en unos días en la DFB Pokal y posteriormente en esa eliminatoria frente al Manchester City. Pero el Bayern Múnich parece haber renacido hoy y se coloca al frente de la Bundesliga, que seguirá no obstante bastante apretada. Veremos cómo sienta el golpe al Borussia Dortmund.
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