El Nápoles afronta la eliminatoria de Liga de Campeones ante el FC Barcelona en un clima realmente complicado. Y es que el cuadro celeste no está obteniendo los resultados esperados tras apostar por la destitución de Rudi García meses atrás y valora cerrar un nuevo cambio en su banquillo.
Aurelio de Laurentiis está cansado del rumbo de los acontecimientos y tras el empate ante el Génova del pasado sábado, un hombre de la casa como Francesco Calzona, actualmente en la selección eslovaca, será el que se siente en el banquillo. Será un contrato que le unirá tan solo hasta final de temporada, por lo que el plan del entrenador es mantener su puesto en Eslovaquia al mismo tiempo. Junto al técnico llegará otra leyenda napolitana como Marek Hamsik. Casi nada.
Más información
Noticias