Europa League | El Celta de Vigo sí sabe ganar en Europa
Segunda victoria consecutiva del Celta de Vigo en la Europa League. Tras doblegar al PAOK en la anterior jornada, los celestes se han impuesto a un Niza que pagó muy cara la expulsión de Jonathan Clauss. El incombustible Iago Aspas y Oppong, en propia puerta, fueron los autores de los tantos.
Incapaz de estrenar su casillero de victorias en la Liga, competición en la que acumula siete empates y dos derrotas, el Celta de Vigo se medía hoy al Niza con la esperanza de reencontrarse con las sensaciones y la eficacia que, hace tres semanas, le permitieron sumar su primer y único triunfo de la campaña, ante el PAOK.
Y el partido no pudo empezar mejor para los olívicos. En el 1, tras una acción por la izquierda, el incombustible Iago Aspas, recogió un rechace en la frontal y se sacó de la chistera un tremendo disparo ante el que nada pudo hacer Yehvann Diouf. 1-0 y Balaídos en llamas tras la enésima exhibición de su ídolo.
El gol, eso sí, no amilanó al Niza. Los galos encajaron el golpe con madurez y tan sólo 13 minutos después alcanzaron el empate en una acción en la que Mohamed Ali-Cho, viejo conocido de la Liga, encontró enormes facilidades para correr a espaldas de los centrales y batir a Ionut Radu. 1-1 y vuelta a empezar.
Este segundo "inicio" de encuentro le sentó mejor al combinado galo. Sin embargo, cuando comenzaba a creerse dominador, uno de sus hombres más experimentados, Jonathan Clauss, cometió un error impropio de su veteranía y se ganó una segunda amarilla que, de forma tan imprevisible como inevitable, devolvió el dominio a un cuadro local que, en cualquier caso, no supo aprovechar su superioridad numérica para marcharse al banquillo con ventaja.
El Celta impone su superioridad numérica
Aunque la primera ocasión del segundo acto llevó la firma del Niza, merced a un cabezazo de Kevin Carlos que salió lamiendo el larguero, fue el Celta quien, en buena lógica, llevó la voz cantante durante este periodo. Eso sí, su superioridad no logró traducirse en la cantidad de ocasiones que podría esperarse. De hecho, más allá de un disparo de Marcos Alonso que acabó en el poste tras ser desviado por Borja Iglesias, el resto de acciones o acabaron chocando contra el muro galo o desbaratadas por la falta de finura en el último pase.
Por ello, no resulta extraño que el tanto que finalmente decantó la balanza a favor de los locales llegase en una acción de cierta fortuna, después de un remate de Iglesias, que rechazó Diouf y que acabó rebotando contra el cuerpo de Oppong antes de colarse en la portería francesa (minuto 74). Sea como fuere, bonito o feo, fino o tosco, el gol subió al marcador y dejó ya el encuentro en bandeja para los gallegos.
Pese a sus intentos por progresar, el combinado de Franck Haise fue víctima de su inferioridad numérica y apenas logró poner en aprietos a un conjunto celeste que, a falta de alegrías en Liga, ha encontrado en Europa una excelente terapia para aliviar sus penas.
Así queda la clasificación de esta fase de liguilla de la Europa League.
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