Un tempranero zarpazo de Isaac Romero, quien está siendo una bendición para el club hispalense, ha sido diferencial para dejar los tres puntos en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Por su parte, la falta de puntería en los últimos metros ha lastrado las opciones del Atleti en Nervión.
Pese a dar su brazo a torcer en la ida de las semifinales de la Copa del Rey, el Atlético de Madrid confía en revertir la tesitura en el segundo asalto ante el Athletic de Bilbao. No obstante, al menos por ahora, se centrará en lo que se refiere a la jornada dominical en su siguiente parada del calendario de la élite del balompié nacional. Un compromiso en el que, dicho sea de paso, se vería las caras con las de un Sevilla que venía de doblegar al Rayo Vallecano.
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Quique Sánchez Flores se decantaría de inicio por un Orjan Nyland que ha devuelto la seguridad a la portería del siete veces ganador de la Europa League. Un guardameta que quedaría resguardado en la retaguardia por Jesús Navas, Loïc Badé, Sergio Ramos y Marcos Acuña, quedando la medular integrada por Boubakary Soumaré, Djibril Sow y Óliver Torres. Lucas Ocampos se multiplicaría en el césped, junto con la dupla de baile en ataque de Isaac Romero y Youssef En-Nesyri.
Pasando a la disposición táctica de un Diego Pablo Simeone que ya se ha posicionado acerca del exigente calendario, el guardián de sus dominios sería el inconmensurable Jan Oblak. Internacional con Eslovenia, contaría con un esquema de tres centrales como son Gabriel Paulista, Axel Witsel y Mario Hermoso. La profundidad en los carriles sería para Marcos Llorente y Samu Lino, mientras que Rodrigo De Paul, Koke Resurrección y Pablo Barrios conectarían con Álvaro Morata y Antoine Griezmann.
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Isaac Romero es un tesoro para Quique y el Sevilla
La intensidad y el intercambio de golpes marcarían el devenir del choque, siendo los andaluces los que tomarían la delantera al poco de superar el minuto 15. En concreto, merced al olfato goleador de Isaac a la salida de un saque de esquina (1 – 0), acción que se produciría después de un paradón de Oblak a Acuña. A partir de ese momento, los colchoneros tratarían de dar la vuelta a la tortilla, aunque el Sevilla continuaba pisando área rival con peligro.
De hecho, Isaac tendría en sus botas el doblete, si bien es cierto que no tendría puntería ante Oblak. Un canterano que, instantes más tarde, se toparía con el travesaño después de la prolongación de Ocampos. La vaselina de Griezmann se quedaría corta, al tiempo que Nyland adivinaría las intenciones de Morata en un mano a mano. Un Álvaro que, muy a su pesar, sufriría un contratiempo físico en las postrimerías de los 45 minutos iniciales, justo antes de la doble ocasión de Paulista y Lino.
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Tras la reanudación el Cholo movería ficha con Memphis Depay (Morata) y Nahuel Molina (Barrios). El neerlandés casi convierte un gol de carambola en un despeje de Navas, mientras que la incursión de Molina concluiría con una volea de Griezmann que se iría algo desviada. De Paul habilitaría a un Hermoso que no estaría certero y Ocampos vería puerta, aunque en posición antirreglamentaria. Oblak y Nyland se intercambiarían sendas intervenciones, por lo que el Sevilla toma una bocanada de aire en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
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