La tensa relación que mantiene el asturiano Luis Enrique con la prensa francesa incomoda a la directiva del París Saint-Germain. Algunos dirigentes ya han conversado con el técnico para evitar que este asunto pueda afectar al rendimiento del equipo.
El pasado verano, el París Saint-Germain entregó las riendas de su banquillo al asturiano Luis Enrique. Tras destituir al galo Christophe Galtier, el cuadro capitalino decidió situar al frente del equipo a un técnico con nuevas ideas y un carácter completamente distinto. Por ahora, su apuesta no está dando los frutos esperados.
A nivel deportivo, el combinado parisino viene ofreciendo una imagen tirando a pobre. En Ligue 1, una competición en la que han reinado sin problemas en estos últimos años, ocupan el tercer puesto; mientras que en la anhelada Liga de Campeones, sufrieron ya su primer varapalo al perder ante el Newcastle por 4-0 en el segundo duelo de la fase grupos.
Preocupación
Lejos del césped, el exseleccionador español tampoco ha caído con buen pie. De hecho, una información de L’Equipe desvela hoy que la directiva está preocupada por la tensa relación que el entrenador mantiene con los medios de comunicación galos. Habitualmente, Luis Enrique suele despachar por la vía rápida las ruedas de prensa, sin mostrar el más mínimo interés, y no tiene problemas en enfrentarse a cualquier periodista que le plantee preguntas, a su juicio, inapropiadas.
Para evitar que este enfrentamiento pueda trastocar, aún más, la marcha de su equipo, varios dirigentes se han reunido ya con el técnico para conocer sus sensaciones e intentar calmar la situación por el bien del club. Curiosamente, en el vestuario viven ajenos a este choque y entienden que la actitud de su preparador responde al deseo de convertirse en un blanco fácil para así mantenerles al margen de las críticas.
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