Liga de Campeones | Combate nulo entre Atlético de Madrid y Lokomotiv de Moscú

Por Pedro Parra
3 min.
Koke compite por el balón en el Wanda Metropolitano @Maxppp

Quiero y no puedo de manual de los pupilos de Diego Pablo Simeone, que merecieron mayor premio en esta cita de la Champions, como ya sucediese en Rusia. Joao Félix no pudo ofrecer la versión a la que nos tiene acostumbrados en este curso, al tiempo que Guilherme Marinato ha estado imperial.

El Atlético de Madrid está demostrando ser uno de los clubes más en forma de Primera División. Después de imponerse al FC Barcelona en la capital de España, los rojiblancos pretendían trasladar esas vibraciones tan positivas a la Liga de Campeones. En una contienda perteneciente a la cuarta jornada de la fase de grupos en el Viejo Continente, los pupilos de Diego Pablo Simeone se verían las caras con las del Lokomotiv de Moscú en el Wanda Metropolitano.

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Nada más arrancar la contienda, Joao Félix desperdiciaría la oportunidad de estrenar el luminoso tras una magnífica acción entre Kieran Trippier y Marcos Llorente. Poco después, una gran incursión de Ángel Correa, que ha recuperado por completo la confianza bajo la tutela de Diego Pablo Simeone, se quedó a las puertas de ser conectada por un Yannick Carrasco que fue clave en el triunfo ante el FC Barcelona.

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La superioridad del Atleti estaba siendo más que palpable sobre el tapete verde, si bien es cierto que no conseguía superar el muro de un Guilherme Marinato que ya brilló con luz propia en Moscú. También había que destacar la actuación de Vedran Ćorluka, recuperado de sus problemas físicos, en el sistema defensivo de un conjunto ruso que se aferraba a la posibilidad de salvar un empate en la capital de España.

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La falta de puntería condena al Atleti

Por su parte, Trippier y Llorente estaban evidenciando una sensacional asociación por el flanco diestro de las tropas de Diego Pablo Simeone, un hombre que daba la impresión de estar bastante afectado a raíz de la trágica noticia del fallecimiento de Diego Armando Maradona. En el plano puramente deportivo, el club presidido por Enrique Cerezo fue perdiendo un punto de intensidad con el transcurso de los minutos.

El Atlético de Madrid llegó a realizar la friolera de 12 lanzamientos en los 45 minutos iniciales, poniendo a prueba en más de un lance del juego a un Guilherme que seguía intratable al echar el cerrojo en su portería. Ya en la segunda mitad, Saúl Ñíguez, quien está cuajando un importante paso al frente en el esquema del "Cholo", obligaría a actuar de nuevo al cancerbero ruso-brasileño con un potente chut desde fuera del área.

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Una de las acciones decisivas del compromiso llegaría en la recta final del mismo, preciso instante en el que Koke Resurrección superaría a un Guilherme que le había negado el gol hasta en dos ocasiones consecutivas a Carrasco. Sin embargo, el colegiado, a instancias del VAR, invalidaría la diana del gran capitán colchonero porque se encontraba en posición antirreglamentaria. Instantes más tarde, Joao Félix reclamaría una pena máxima, aunque el trencilla consideró que no sucedió nada punible.

Guilherme vuelve a ser decisivo

Koke volvería a intentarlo con un golpeo que se marcharía lamiendo la cepa del poste del guardameta del Lokomotiv, al tiempo que Simeone se decantaría por Sergio Camello (renovado hasta 2024), quien reemplazaría a Carrasco, para ser la referencia en punta de lanza de los suyos en las postrimerías del envite. Guilherme sería providencial por enésima vez, enmendando su fallo previo en una salida en falso, para evitar que Stefan Savic perforase el fondo de las mallas de su meta.

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El Atleti no cesaría en su empeño de buscar la portería contraria para sumar tres puntos que se antojaban fundamentales, más que nada para no ver peligrar la clasificación hacia los cruces de la máxima competición de clubes a nivel continental. José María Giménez, que ya marcó en Moscú, estaría a un punto de convertirse en el héroe rojiblanco con un remate que ya había superado al titán Guilherme. En una indecisión impropia de una estrella del nivel de Jan Oblak, el Lokomotiv de Moscú pudo obtener la victoria, pero emergería la figura de Koke y se confirmaría el reparto de puntos en Madrid (0 – 0).

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