La triste despedida de Gareth Bale a la elite

Inglaterra confirmó ayer la eliminación de Gales del Mundial. Pese a que muchos ojos estaban puestos en los dragones rojos y muchos apuntaban que se convertiría en una de las revelaciones de la competición, la realidad estuvo muy alejada de lo que hubiera cabido esperar. Y es que el combinado galés ha sido uno de los que ha ofrecido un juego más pobre en lo que llevamos de torneo y abandona Catar dejando unas sensaciones tremendamente pobres.

La gran imagen del fracaso galés en el Mundial es Gareth Bale. Llamado a ser el gran referente de su selección en tierras catarís, el extremo de 33 años ha pasado casi de puntillas por el evento. Pieza vital para que los suyos alcanzaran las semifinales de una histórica Eurocopa de 2016 en la que hicieron soñar a sus aficionados y acumularon un sinfín de elogios, la decadencia del de Cardiff ha alcanzado su cenit ahora.

Otra actuación decepcionante de Gareth Bale

Protagonista de un rendimiento en franco descenso con el Real Madrid hasta su salida el pasado verano por la puerta de atrás, el atacante tampoco ha ofrecido un rendimiento destacado en la MLS. Pese a que ganó el campeonato norteamericano con Los Ángeles e incluso marcó un gol en la final, el jugador apenas aportó nada en todo el campeonato debido a un notable número de problemas físicos. Así, su aportación fue de tan solo 3 goles en los 13 partidos que disputó con los angelinos (369 minutos).

Que Gareth Bale no llegó en su mejor momento al Mundial es evidente. Y sus partidos en el campeonato lo han demostrado. Marcó desde el punto de penalti en el empate ante Estados Unidos en la primera jornada pero apenas aportó nada durante los noventa minutos. Frente a Irán fue todavía peor apenas se le vio en el césped.

Gareth Bale, estéril frente a Inglaterra

Ayer frente a Inglaterra la situación fue más alarmante y el extremo tocó fondo. Cuando todos esperaban que emergiera en el partido clave para ser faro de los suyos, Bale perpetró uno de los peores partidos de su carrera profesional. Basta con echar un vistazo a los datos para dar fe de ello. En los 45 minutos que estuvo en el tapete verde antes de ser sustituido al descanso, pasó como un fantasma.

Además de no lanzar a puerta, el galés únicamente dio un pase correcto de los cinco que intentó, fue incapaz de recuperar un balón en el último tercio. Por el contrario, perdió tres balones y ¡tan solo tocó siete veces la pelota! Sin duda, un triste reflejo de la realidad de lo que es Gareth Bale en estos momentos.