Con el empate en el feudo del Racing Club de Estrasburgo, escenario donde Leo Messi ha visto portería, el PSG revalida su corona en el torneo de la regularidad en Francia.
La hora de la verdad había llegado para un Paris Saint-Germain que se ha vuelto a estrellar con un muro de hormigón en la carrera por la Champions. Muy a su pesar, sigue siendo un torneo que se le resiste al equipo dirigido por un Christophe Galtier que podría mantenerse al frente de su proyecto. En esta ocasión, tenía por delante la misión de sellar de una vez por todas la consecución del título de la Ligue 1. Todo ello a raíz de su envite en el feudo del Racing Club de Estrasburgo.
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La entidad de la capital francesa arrancaría con buenas sensaciones, especialmente merced a la dupla de baile formada por Kylian Mbappé y Lionel Messi. A buen seguro, dos firmes candidatos a estar en la terna de favoritos por el Balón de Oro (por el Mundial 2022). Dicho lo cual, la gran ocasión de los 45 minutos inaugurales llegaría en el bando de Frédéric Antonetti. Cuando la parroquia local cantaba el gol, el chut de Habib Diallo sería repelido por la madera.
Y Messi, astro rosarino por el que todavía suspira el FC Barcelona, se quedaría cerca de firmar una obra de arte con una de sus especialidades. A saber, un libre directo que se marcharía lamiendo la escuadra de la meta de su adversario. De hecho, el propio Leo sería el encargado de abrir la lata al llegar a la hora de partido (0 – 1). Kevin Gameiro, otro ex de nuestra Liga, sería el responsable de firmar el definitivo empate en el Stade de la Meinau (1 – 1). Aun así, el PSG se alza con el trofeo de la Ligue 1.
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