Liga de Naciones | España no sale del pozo del aburrimiento
España se pierde entre toques estériles y muestra su incapacidad de cara a puerta ante una ordenada Ucrania que saca los colores a los de Luis Enrique. El partido acaba con Sergio Ramos de delantero centro.

Tercer partido de España en apenas unos días. Después del empate en el amistoso en Portugal y la victoria por la mínima ante Suiza, el combinado de Luis Enrique visitaba hoy Ucrania. Lo hacía para enfrentarse al equipo nacional dirigido por Andriy Shevchenko. Se trata, sin duda, de un choque que trae muy buenos recuerdos a los aficionados de nuestro país.
Y es que hablar de Kiev es hacerlo de 2012 y aquella fantástica Europa que España se llevó después de protagonizar un sensacional espectáculo ante Italia. Fue, sin duda alguna, el último gran momento de una selección histórica que logró un hito (ganar Eurocopa, Mundial y Eurocopa de forma seguida) que no ha podido repetirse.
Ocho años de un momento para la historia
Ya han pasado nada menos que ocho años de aquellas fechas y nuestra situación es otra bien distinta. A la vista de las sensaciones que transmite la selección entrenada por Luis Enrique, el camino por recorrer todavía es largo. Lejos quedan aquellos tiempos en los que España podía presumir de contar con varios de los mejores del mundo en su posición. Con Sergio Ramos como máximo referente y la juventud de Ansu Fati junto a la potencia de Adama Traoré como grandes esperanzas a las que aferrarse en el futuro, es indudable que en estos momentos este equipo está un paso por detrás de otros gigantes continentales como Francia.
Esto no es óbice para que en partidos como hoy España se deba mostrar netamente superior a su rival. Dominó la escuadra nacional en el primer tiempo a base de toques que, pese a que en algunas ocasiones acabaron generando buenas oportunidades, éstas no terminaron de concretarse. Así, mientras el guardameta local Bushchan era el mejor de los suyos, David de Gea ni siquiera aparecía en la pantalla.
España se duerme en el toque
Los minutos avanzaban mientras el choque languidecía. El ritmo se hacía pastoso y poco a poco se inclinaba a una parte diestra del campo en la que Adema Traoré era el único que parecía tener una marcha más que el resto, si bien su rutilante presencia restaba protagonismo a Jesús Navas. Potente, desequilibrante y con muchas ganas, el del Wolverhampton fue el mejor por parte de la Roja. En la izquierda Ansu Fati no encontraba su mejor versión. Da la sensación el futbolista del FC Barcelona de estar un tanto cansado. Lo acumulación de minutos de este inicio de partidos comienza a pesar. Apenas cuenta con 17 años, tiene todos los ojos sobre cada acción que protagoniza. Y eso se nota. Tampoco se encontró cómodo Rodrigo, al que su notable falta de gol lastra enormemente.
⏱️ ¡FINAL DE LA PRIMERA MITAD EN KIEV!
— Selección Española de Fútbol (@SeFutbol) October 13, 2020
💪🏻 Dominio de España, pero Bushchan se erigió en salvador de la selección ucraniana
🔋 Recagamos baterías... ¡y a por la victoria!
🇺🇦🆚🇪🇸 | 0-0 | 45' | #SomosEspaña 🇪🇸#SomosFederación pic.twitter.com/GQ6sk3Rtgb
Cambió el partido tras el descanso. Ucrania daba un paso al frente y fallaba un tanto cantado apenas un par de minutos después de saltar al campo. La oportunidad disparaba los ánimos locales que intentaban hacerse con el peso del choque mientras España comenzaba a diluirse. Luis Enrique se daba cuenta de la situación desde el banquillo y decidía dar la alternativa a Ferrán Torres y Mikel Oyarzabal. El camino contrario lo hacían Ansu Fati y Rodrigo.
Los cambios dieron un nuevo brío a España, que volvió a mostrarse dominador. Los recién salidos Oyarzabal y Torres se topaban con un Bushchan inconmensurable y Luis Enrique decidía dar minutos a Dani Olmo cuando el partido estaba a punto de alcanzar el último cuarto de hora. Y cuando la selección española parecía tener el choque bajo control, llegó el gol de Ucrania. La jugada nació de un saque de puerta, un toque de cabeza y un pase al hueco que se unía a una serie de fallos en cadena de España hasta situar a Tsygankov en un mano a mano ante un descolocado David de Gea que aportaba su particular granito de arena para la derrota (1-0).
Llegados a este punto, la solución de Luis Enrique fue la de apostar por Sergio Ramos de delantero centro. Mientras Paco Alcácer veía el partido desde su casa, tenía que ser el central el que generara las últimas ocasiones de peligro en busca de un empate que no terminó de llegar y deja la realidad de España al desnudo.
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