La temporada del Atlético comienza en verano
El Atlético de Madrid necesita realizar un mercado excelente si quiere competir con Real Madrid y Barcelona la próxima temporada. La necesidad en el pivote es básica, se debe lavara la cara a la posición de central y también hace falta un cuarto delantero.

En un mercado de verano en el que el Real Madrid le va a dar a Xabi Alonso todo lo que necesite en su primer año como técnico blanco, y en el que el Barcelona respaldará a Flick después de sus excelentes resultados, el Atlético de Madrid no puede escatimar en esfuerzos si no quiere que la distancia aumente con sus dos competidores y se acerque más al Villarreal o al Betis, que a los dos gigantes españoles.
Porque es tan cierto afirmar que se encuentra en una inferioridad de condiciones económicas respecto a los dos, como que después de 14 años disputando la Champions League (habiendo competido hasta el final varias de ellas) y habiéndoles sacado dos ligas, hace ya dos o tres años que es momento de dar el siguiente paso como club. El de verse obligado a luchar por trofeos (que no levantar sí o sí), cada año. Todo lo que no sea entrar en cuartos de Champions, además de pelear la liga hasta que queden al menos tres fechas, ya no es suficiente.
Son retos exigentes, a la altura de lo que merece un club que ha tocado la puerta de la élite europea en distintas campañas, pero que no se ha llegado a establecer en la aristocracia del viejo continente, pese a que parecía que lo estaban logrando con las finales de 2014 y 2016 y la semifinal de 2017. De esto ha pasado ya casi una década, y la regresión es evidente.
A Simeone se le deben dar herramientas para pedirle resultados
Teniendo claro que la cesta de Simeone es en la que se ponen todos los huevos del proyecto (lo cual daría para otro debate), al Cholo se le debe entregar una plantilla acorde al enorme reto al que se enfrenta, no una nómina de jugadores entre la que ahora mismo solo hay tres (Julián, Barrios y Oblak) que tienen nivel TOP. Dicho esto, sí que hay muchos activos que sin alcanzar la excelencia pueden proveer un rendimiento sobresaliente, potenciados por un técnico especialista en que piezas de rol jueguen por encima de sus posibilidades.
En el actual plantel rojiblanco, reforzar el puesto de central debe ser primordial para un Simeone que suele ir alternando la defensa de tres con la de cuatro tanto a lo largo de la temporada, como en el transcurso de los 90 minutos. En este momento, con la probable salida de Lenglet, Azpilicueta y Reinildo, sólo se cuenta con tres zagueros (Le Normand, Giménez y Witsel), por lo que se necesita al menos otro trío más.
Los carriles (o laterales) están razonablemente bien cubiertos. Llorente, Molina, Giuliano Galán y Lino tapan las cuatro posiciones (aunque si se quiere jugar con cuatro, uno de los nuevos centrales debería también poder desempeñarse en el lateral izquierdo). Por lo tanto, el otro punto clave de la planificación rojiblanca debe ser el de pivote.
Un pivote para liberar a Barrios
Pese a haberle probado en ambas posiciones, Simeone ve a Barrios como el acompañante que un cinco que dé estabilidad al equipo. Pablo tiene todas las capacidades necesarias para dictar el juego de los partidos y ordenar los ataques rojiblancos, pero necesita el apoyo de un mediocentro más puro por detrás, dotándole de cierta libertad para correr más riesgos con sus pases punzantes, que suelen romper líneas con una facilidad pasmosa. Johnny Cardoso ha sonado con fuerza en ese perfil y hacer una inversión importante por un jugador de 23 años que ya conoce la competición no es ninguna tontería.
En el ataque, es Julián Álvarez el que tiene ahora el estatus de supercrack en el Atlético de Madrid. Sörloth ha demostrado que es un delantero de garantías si se le dan minutos y con la presumible marcha de Correa, todo dependerá de los planes que Simeone tenga con Griezmann. Conociendo la confianza de Diego en el genio francés, solo se necesitaría suplir la baja de Correa con un nueve que, aunque empezara como suplente, ofreciera garantías en caso de lesión de Antoine o Sörloth, sin necesidad de ser una superestrella, ya que ese cometido es el de Julián.
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