Real Madrid | A la espera del momento Gareth Bale

Semana clave a la que se enfrenta el Real Madrid. Después de los últimos pinchazos tanto en Copa del Rey como en Liga, la escuadra entrenada por Zinedine Zidane recibirá a Manchester City y FC Barcelona en el Santiago Bernabéu, en lo que se presenta como una oportunidad para recuperar las buenas sensaciones de cara a la recta final de curso.

Es indudable que este doble choque no le llega en un buen momento a los blancos. Y es que a la mala racha de resultados hay que sumar la lesión de Eden Hazard, futbolista que estaba llamado a convertirse en referente del equipo de Chamartín cuando se pagaron 100 M€ el pasado verano pero que no podrá jugar en lo que resta de temporada. A esto hay que unir el mal momento de Karim Benzema, autor de únicamente 2 goles en los últimos 12 choques oficiales y que debe recuperar su mejor versión.

En esta tesitura, muchas son las miradas que se dirigen a Gareth Bale. El atacante galés, ausente en el choque ante el Levante, tendrá una nueva oportunidad de mostrar su jerarquía en dos choques importantes. Es precisamente en este tipo de envites en el que el de Cardiff muestra su mejor versión y es capaz de mostrar todo su repertorio.

Pese a que sus registros en esta temporada están lejos de los esperados (tan solo ha sumado 3 tantos), nadie puede negar que desde su llegada al Real Madrid Gareth Bale ha sido tremendamente importante en muchos de los títulos logrados por el club. ¿Cómo? apareciendo en las finales. Lo hizo en Mestalla ante el FC Barcelona en la final de la Copa del Rey de 2014, aunque también en Lisboa ante el Atlético de Madrid (Champions League, 2014) y Marrakech frente a San Lorenzo (Mundial de clubes, 2014). Mención aparte merece el capítulo de Kiev. Suplente de inicio en la final de Champions ante el Liverpool de hace dos años, su entrada en escena cambió el partido. Y es que en los apenas treinta minutos que estuvo sobre el verde tuvo tiempo para desnivelar el choque con dos goles. El primero de chilena, inolvidable. Ahora, el galés tiene un nuevo reto frente a si.