Consciente del inminente cambio de entrenador que experimentará el Bayern Múnich, Arjen Robben ha decidido posponer cualquier decisión que afecte a su futuro hasta que Pep Guardiola tome las riendas del club.
No todos los integrantes del Bayern Múnich encuentran motivos para sonreír. Aunque su equipo se ha adjudicado el título de la Bundesliga y camina con paso firme hacia las finales de la Champions League y la DfB Pokal (copa alemana), Arjen Robben no está nada satisfecho con lo acontecido en el presente curso.
El holandés, que cumplió 29 años el pasado mes de enero, apenas ha sido titular en 9 partidos de liga, una estadística que se antoja decepcionante para un jugador que durante muchas temporadas ha sido considerado como uno de los extremos más desequilibrantes del planeta.
Su situación, como es lógico, ha propiciado la aparición de numerosos rumores en los que se insinúa su posible cambio de aires al final de la presente temporada. Sin embargo, el futbolista no quiere precipitarse y esperará a que Pep Guardiola se haga con las riendas del banquillo para mantener una conversación con él y analizar su papel en el nuevo proyecto.
En cualquier caso, si el preparador catalán no le devuelve la confianza, el jugador aún podrá escoger entre dos pretendientes de nivel. Y es que, según relata Il Corriere dello Sport, tanto Inter de Milán como Juventus siguen interesados en la contratación del internacional holandés.
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